lunes, 19 de mayo de 2008

Historia se escribe con H: Sansón y Dalila

SANSÓN Y DALILA

Sansón fue un muchacho hebreo que nació hace mucho tiempo, mucho antes que Gaspart fuera presidente del Barça. Nació, como digo, hace mucho siendo aún chaval, en las lejanas tierras de Israel. La situación era la siguiente: los israelitas hacía poco que habían llegado a la Tierra Prometida, cosa que por otra parte, no les había gustado nada a sus vecinos los filisteos, que veían con muy malos ojos que vinieran estos nuevos hippies a hacer ruido y a quitarles sus mujeres.

Los israelitas, por su parte, andaban un poco a la gresca entre ellos a bien quien se hacía el jefe. Como no se ponían de acuerdo, que si liberales, que si socialdemócratas, que si debate de ideas y tal, llegaron al acuerdo que de momento gobernarían unos jueces.

En este contexto nació el bueno de Sansón. Un niño que ya nació tronusco de una madre que se creía esteril. Como muestra de agradecimiento al dios Yahvé, no se le ocurrió a la mujer otra cosa que su hijo se convirtiera en un nazareo, los cuales seguían unas normas estrictamente. Entre otras cosas, no podían ni cortarse el pelo, ni la barba ni beber vino, ni tocar muertos, ni beber vino, ni llevar móviles.

Pero claro, lo que pasa es lo que quieren los padres, y otra es como te sale de torcido el niño. Y este niño salió un poco cachondo.

A parte de cachondo, Sansón tenía una cualidad, y es que era fuerte, muy fuerte. La fuerza se la había otorgado Yahvé a través de su pelazo. Mientras llevara las trenzas, a Sansón no habría nadie que le tosiera.

Con el tiempo Sansón fue creciendo y cada vez era más fuerte. Y no solo eso, si no que también hacia gala de un gran ingenio, sobretodo con las adivinanzas.

Como era un mozo de buen ver, las filisteas se lo rifaban, y al final acabó cayendo en las redes de la hija de un mercader filisteo. El día de la boda, en el banquete, los amigos de la novia, filisteos todos, se le acercaron y le hicieron todo tipo de adivinanzas, a ver si podían dejarle en ridículo. Ejemplo:

-Con la punta se apunta, con el culo se aprieta y con lo que cuelga se tapa la grieta.

-AGUJA E HILO. Respondió Sansón. A lo que otro le volvió a retar:

-Redondo, redondo como un queso y tiene el rabo tieso.

-LA SARTÉN. Respondió Sansón.

Y así unas cuantas. Sansón, en pleno delirio narcisista, hizo una apuesta. Si alguien acertaba su adivinanza, daría 30 túnicas a los amigos filisteos de la novia. Y si no lo hacían, sería al revés. La adivinanza fue la siguiente:

-Entra seca y arrogante y sale fofa y chorreante

Ninguno la supo, pero Sansón les dio 7 dias para responder. Los filisteos dieron mil respuestas, y ninguna acertaron. Al final, convencieron a la mujer de Sansón para que les dijera la respuesta. Esta se chivó y el dia señalado se la dijeron a Sansón:

-LA MADALENA

Sansón, tuvo que cumplir su promesa, y no se le ocurrió otra cosa que matar a 30 filisteos que pasaban por la calle para darle las prendas que había prometido a los amigos de su mujer.

Cuando su suegro se entera que había matado 30 de sus vecinos por una apuesta, decide no darle a su hija, a lo que Sansó, mu cabreao, no se le ocurre otra cosa que cazar 300 zorras, atarlas por los rabos de dos en dos y en medio poner una tea ardiendo y soltarlas por el campo, con lo que quemó todos los cultivos del pueblo en cuestión.

El cabreo que pillaron los filisteos con Sansón fue todavía mayor. Así que fueron a por él. Sansón que era fuerte, pero no tonto, se fue de la zona y se escondió una temporada, hasta que por fín lo encontraron en una cueva en la montaña. Hasta allí se acercaron 1000 filisteos preparados para darle caza. Al verse acorralado, Sansón se armó con la quijada de un burro muerto y se dedicó a dar mamporros a diestro y siniestro hasta matar a los 1000 perseguidores.

Después de esto, los filisteos, temerosos de la fuerza del bestiaje, se calmaron un poco y lo dejaron en paz durante un tiempo.Tiempo en el cual, Sansón se enamoró de una bella filistea, una vez más. Su nombre: Dalila.

Dalila era bella, escultural, pero también un poco viperina. Amaba a Sansón, pero también se dejaba tentar por el dinero de los filisteos, que le ofrecieron un pastón por el secreto de la fuerza del israelita.

Dalila le preguntó a Sansón cual era el secreto de su fuerza. Él, sabiendo que ella lo quería traicionar, le dio una respuesta falsa: PIERDO LA FUERZA CUANDO ME CHUPAN LOS PIES. Así que esa misma noche, un pelotón armado de filisteos se acercó sigilosamente a los pies de Sansón para chuparle los pies. Cuando Sansón se despertó por las cosquillas, se lió a hostias con los filisteos hasta dejarles hechos puré.
Por segunda vez, Dalila volvió a preguntar a Sansón. Y este respondió que su punto flaco era que le untaran el cuerpo con miel y lo lamieran de arriba abajo. Así que por la noche, un pelotón armado con un gran cuenco de miel y unas espadas se dirigieron al cuarto de Sansón. Lo embadurnaron con miel y cuando le estaban chupando el cuerpo, este se despertó, y a hostias con los filisteos.

Ya por tercera vez, Dalila le volvió a preguntar a Sansón cual era su punto flaco. Este, confiado en que nadie le haría daño, por fin le dijo que si le cortaban el pelo, perdería las fuerzas. Y así fue, un pelotón armado con unas tijeras, le cortó el pelo y Sansón quedó reducido.

Los filisteos lo sacaron por las calles donde fue vilipendiado y le sacaron los ojos. Poco después lo ataron a una noria para que fuera dando vueltas y sacar agua, a la vista de todos para que se pudieran mofar de él. Pero claro, al calvo de Sansón le volvió a crecer el pelo, y cuando recuperó sus fuerzas, se libró de las ataduras y se fue en busca de los filisteos. Fue un espectáculo digno de ver, ciego como estaba el hombre, liándose a hostias contra todo lo que estuviera cerca. 3000 filisteos se refugiaron en un templo, hacia el que se dirigió Sansón embistiendo con todas sus fuerzas. El golpe hizo que se derrumbara el edificio, sepultando a los 3000 filisteos y a Sansón también.

2 comentarios:

Javi dijo...

Buenas!!

Pues la verdad es que desconocía el programa de Radio y eso que soy de Ripollet.
Este sabado prometo escucharlo y volver para daros mi opinión
un abrazo
-javi-

Café con Sal dijo...

Hola Javi!
Bienvenido, pues, a Café con Sal. Otra cosa no, pero ya verás que es un programa poco serio.
De paso, anímate y llama, que regalamos entradas para los cines "El Punt" de Montcada.
El teléfono: 93 594 21 64
(Bueno, no solo Javi, el que quiera puede llamar)